Pues de eso se trata, de QUERER.
Y asi, los cuatro vecinos del Congosto, con algunos familiares que vuelven al pueblo el fin de semana, más un amigo del pueblo, nos pusimos a dar el primer empujoncito en esta dirección.
Lo primero que hicimos es hacer limpieza de los accesos y entorno próximo. Para ello hubo que desbrozar y cortar maleza, arbustos y arboles que habian crecido en la zona del pórtico y en la sacristia, que ya están con los techos derrumbados.
De esta forma esperamos demostrar al resto de antiguos vecinos y sus familiares, que la voluntad de reconstrucción es una realidad y que seguramente esta sea la última oportunidad de hacer algo.
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